LOS DISCÍPULOS DE LOS DISCÍPULOS DE TUS DISCÍPULOS….
Desde hace tiempo un número creciente de líderes y pastores han compartido su preocupación en cuanto a la dinámica, o falta la de ella, relacionada con el discipulado en sus círculos ministeriales. Mientras en unos contextos se ve el discipulado desarrollándose y creciendo de manera intencional y natural, así proveyendo equilibrio, dirección, crecimiento y futuro a la iglesia, en otros entornos el “discipulado” se ha quedado en una trama académica y estéril, y sin una función real.
2 Timoteo 2:2, Nos muestra en un solo versículo la dinámica del discipulado en una óptica de cuatro generaciones que apunta hacia una continuación perpetua.
Lo que me has oído decir delante de muchos testigos, encárgaselo a hombres de confianza que sean capaces de enseñárselo a otros.
Aunque el discipulado no inició con Pablo, ni terminó con “sus bisnietos” espirituales, claramente revela una visión futurista relacionada con el trabajo que llevaba a cabo en el momento. ¡Aunque un solo enfoque debe ser el que relaciona el trabajo de hoy con un fruto multiplicado de mañana, el discipular y el hacer discípulos pueden ser dos cosas distintas!
Para iniciar el nuevo año 2021, queremos compartir tres perspectivas y preguntas relacionadas con el discipulado funcional. En cada lugar donde hay un discipulado funcional efectivo encontrarás estas dinámicas.
1. El que tiene efectividad en el discipulado entiende la importancia de INVERTIR en las vidas de los demás, no solo “enseñarles”. Es posible enseñar la Palabra de Dios sin invertir en las personas siendo enseñadas. El discipulado SIEMPRE implica la inversión de tu vida INTENCIONALMENTE en el desarrollo y en la formación de los demás.
Pregunta: Apreciado pastor o líder, ¿De qué manera están tus discípulos siendo formados, orientados y desarrollados como resultado de tu inversión intencional? (APARTE de estudios bíblicos, predicaciones y reuniones académicas).
El discipulado debe ser personal, intencional y significativo, y eso requiere tu inversión personal en las vidas de los demás.
2. El que tiene efectividad en el discipulado vive en relaciones de rendición de cuentas. Por esto repetimos que el discipulado verdadero implica rendir cuentas personales de forma continua y permanente. Hace varios años Eunice y yo tuvimos la oportunidad de entrevistar a varios misioneros veteranos, hermanos que sirvieron en diferentes países a lo largo de décadas y bajo condiciones difíciles. Uno de los puntos sobresalientes expresados por estos misioneros de edad avanzada (¡entre 80-90+ años!) fue la importancia del tema en cuestión de: ¿Quiénes son tus “Timoteos”, y tus “Pablos”? Hay necesidad de las dos relaciones a la vez. No podemos enseñar a otros a ser transparentes, abiertos, tratar con faltas y deficiencias si nosotros no lo estamos realizando igualmente.
Pregunta: Querido hermano, ¿Quiénes son tus “Pablos”, las personas con quien tú estás siendo responsable INTENCIONALMENTE? Y, ¿Quiénes son tus “Timoteos”? ¿En quiénes estás invirtiendo tu vida INTENCIONALMENTE, ayudándoles a desarrollar sus vidas y lograr su máximo potencial?
Para ser un buen discipulador, uno debe ser también un buen discípulo.
3. El que tiene efectividad en el discipulado lleva disciplina en su forma de pensar. El discipulador serio aprende a pensar y cómo pensar. Así el principio de Gálatas 6:7-8 le da una protección y a la vez dirección, disciplina, responsabilidad y paciencia. Parte de este proceso es la evaluación INTENCIONAL. ¿Cómo va tu propia vida? ¿Qué están viendo los demás en tu vida? ¿Qué cosas deben ser tratadas en tu vida? Estas y otras preguntas y evaluaciones encuentran un lugar fijo en la vida del discipulador serio y todo eso relacionado con el fundamento de Romanos 12:1-2.
Preguntas: ¿Quiénes son o fueron tus discípulos hace diez años, seis años, cinco, dos o en el año pasado? ¿Dónde están estas personas hoy? ¿Tu discipulado con otros fue hecho de manera INTENCIONAL, pensando, evaluando y pidiendo perspectiva y orientación de tus mentores?
El discipulado funcional requiere humildad, evaluación, perspectiva y responsabilidad INTENCIONAL.
En conclusión de esta breve REFLEXIÓN, damos gracias a Dios por cada uno de ustedes. Damos gracias a Dios por todo lo que son, y también por todo lo que hacen. Esperamos que estos tres puntos, entre los muchos más que hay, sean de ánimo y bendición.
Les animamos a que tengan cuidado de no sólo enfocarse en “las formas” que utilizan en sus actividades discipulares sin poner el mayor enfoque en “la función calificada”. Demasiados ministerios, misiones e iglesias se enfocan exclusivamente en “la forma” que utilizan sin evaluar “la función” dentro del cuadro “calificado”. ¡A Pablo no le interesaba discipular a Timoteo! ¡Más bien Pablo quería ayudar y apoyar a Timoteo a ser un discípulo, un discípulo de Cristo!
¿Cuál es la diferencia entre el discipulado y el hacer discípulos? Es el enfoque. Desafortunadamente hoy día es demasiado común ver el enfoque de lo que llaman “discipulado” centrado en el discipulador o en sus actividades (LA FORMA) mientras a la vez ignorando el supuesto propósito que debería ser LA FUNCIÓN.
Es imposible apreciar la efectividad de un discipulado viendo solamente la forma, ni siquiera observando las vidas de los que están siendo discipulados en el momento. La efectividad de tu discipulado INTENCIONAL se verá en los discípulos de los discípulos de tus discípulos. Eso fue la visión futurista que tuvo Pablo en cuanto a Timoteo, y más allá de Timoteo mientras realizaba sus responsabilidades diarias. Nuestro hermano Pablo INTENCIONALMENTE enlazaba el pasado, el presente y el futuro en un solo ministerio integral.
Les animamos a revisar un breve texto relacionado con este tema que se encuentra en el libro Las Lágrimas En El Camino De Mileto, páginas 133-139. (Los segmentos – “El discipulado en el servicio de los dirigentes”, “El discipulado en la formación de las iglesias”, y “El discipulado y el seguimiento”).
Que Dios los bendiga ricamente.
Rick y Eunice